9 pasos para asesorar a una paciente luego de una pérdida de embarazo.

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Ayudar a afrontar una perdida de embarazo:

Para nuestras pacientes que luchan con los desafíos de la infertilidad, cuando una prueba de embarazo da negativo, o luego de que experimentan una pérdida prenatal por aborto espontáneo, muerte fetal o muerte infantil temprana, puede ser increíblemente decepcionante y devastador. Estas personas y parejas están intentando formar una familia y esto tiene un impacto emocional para todos los médicos que se involucraron en su cuidado.

Los sentimientos y emociones que se experimentan al enterarse de la pérdida de un embarazo y de un hijo suelen ser más intensos de lo que la mayoría de la gente se espera. Es muy común y normal que las personas se sientan afligidas, conmocionadas, vulnerables, deprimidas, ansiosas, culpables, molestas y posiblemente como si “estuvieran rotas” y que algo esta mal en su cuerpo.

Muchas parejas informan que la "ingenuidad, la dicha y la emoción" del embarazo o el intento de concebir "les ha sido robada" después de la noticia de un ciclo fallido o pérdida del embarazo.

La recuperación física puede ser mucho más sencilla y lineal que la sanación emocional, que puede llevar mucho más tiempo, posiblemente días, semanas, meses, años o incluso toda la vida. La mayoría de las personas que no han experimentado una pérdida prenatal a menudo no se dan cuenta de que esto puede ser un evento que realmente les cambia la vida.

Los pacientes tratan de explicar al equipo médico y a los demás que ha habido una ruptura en su vida que define y describe cómo era su vida antes de la pérdida y cómo las cosas han cambiado para siempre desde entonces. Los padres en duelo continúan esforzándose por educar y recordarle al equipo de salud y a las otras personas la necesidad crucial de una atención médica excepcional y de apoyo, para que puedan reconocer y comprender la magnitud y profundidad de su dolor y los sentimientos involucrados.

Según los Centros Nacionales de Estadísticas de Salud, hay aproximadamente seis millones de embarazos anuales en los EE. UU. y alrededor de dos millones son pérdidas. En 2015, el Congreso Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) publicó nuevas recomendaciones sobre la pérdida temprana del embarazo. El Dr. Jeffrey M. Rotherberg, M.D., presidente del Comité de Boletines de Práctica-Ginecología del Colegio, informó que estas pautas "ayudarán a los gineco-obstetras a lidiar mejor con una situación común y, sin embargo, emocionalmente devastadora para las mujeres embarazadas que enfrentan una pérdida temprana del embarazo".

Estos son algunos puntos de enfoque que debe tener en cuenta cuando brinde apoyo a sus pacientes al momento de su pérdida y cuando se reúna con ellos para el seguimiento y la atención continua.

Reconozca la pérdida de su paciente 

Ofrezca sus condolencias. Dígale que lo siente y verifique cómo se sienten. No incomodará a su paciente al abordar esta reciente pérdida, ya que estará en su mente y más bien es posible que se ofenda si no se inicia una conversación sobre la pérdida. En algunos casos, los pacientes han comentado que nadie del equipo de su médico les preguntó cómo estaban o reconoció su pérdida.

Informe al personal de su consultorio de la pérdida de la paciente para asegurarse de que el equipo no pregunte cómo fue el parto, cómo está el bebé u ofrezca felicitaciones. Lo más importante es que actualice su centro de llamadas / personal de recepción, asistentes médicos, enfermeras y obstetras asociados sobre la pérdida, ya que los pacientes a menudo comparten que era traumático tener que informar al personal de la oficina una y otra vez sobre su situación actual.

Escuche a su paciente y pareja

Deje que sus pacientes le digan cómo están sobrellevando la situación. Siéntese para nivelar el campo de juego. Puede que no le lleve tanto tiempo como cree. Recuerde que cada paciente puede sufrir y afrontar el duelo de diferentes maneras y en diferentes plazos de tiempo. Existe una amplia gama de reacciones que tiene un paciente  en el momento de la noticia de una pérdida y el momento impactante que sigue. No debemos asumir cómo lo están sobrellevando.

Es posible que algunos necesiten tiempo y analizar un poco la razón por la cual este embarazo no progresó como esperaban y planearon. Algunos pueden querer volver a intentarlo pronto y esperar un mejor resultado la próxima vez y otros puede que necesiten tomarse un descanso emocional, físico y / o financiero. Permita que sus pacientes tengan el tiempo que necesitan para adaptarse a esta pérdida. 

Escuche cómo el paciente nombra al bebé

Un apodo, un término cariñoso, por nombre, el bebé, el feto, hijo o hija. Escriba ese nombre o término y utilícelo cuando se refiera a esta pérdida. Será muy significativo y el paciente lo notará y sentirán que usted respeta cómo ellos ven esta pérdida perinatal. También se sentirán escuchados y validados.

Las lágrimas son saludables y aceptables

No tenga miedo de los pacientes que lloran abiertamente. Tenga Kleenex a la mano para que no tenga que salir a buscarlo.

No hay una forma correcta o incorrecta de hacer el duelo

No hay un cronograma específico a seguir ni etapas para progresar en el seguimiento de una pérdida prenatal. Las parejas pueden beneficiarse al comprender la normalidad de sus reacciones de duelo, de modo que puedan elaborar estrategias para algunas posibles formas saludables de ayudar a lidiar con estos sentimientos.

Algunas sugerencias de ayuda que podrían ser útiles para ofrecer y proporcionar: un paquete informativo de recursos, algunas referencias a grupos de apoyo del área, referencias para reunirse con un terapeuta que se especializa en trabajar con parejas que han experimentado una pérdida prenatal, conectarse con otras personas en blogs privados o sitios de Facebook, o hacer algo significativo y con propósito para honrar y conmemorar el legado de su hijo y esta pérdida.

Reconozca la importancia y el significado que esta pérdida tiene para su paciente.

Esta experiencia puede ser única para cada persona. Comprenda que la cantidad de tiempo que tenga de embarazo o el bebé, o la cantidad de tiempo que vive un niño no determina necesariamente el impacto que el niño tiene en la vida de estos padres. Las reacciones de duelo pueden ser tan fuertes para una paciente / pareja que se entera de una prueba de embarazo negativa como para una pareja que experimenta una muerte fetal a término.

Honre el significado y la importancia que tiene esta experiencia de pérdida para cada paciente y pareja. Los hombres y las mujeres a menudo comparten que desde jóvenes comienzan a considerar e imaginar sus roles como padres y los vínculos que pueden llegar a tener con los niños en el futuro.

Tienen muchas esperanzas y sueños para estos bebés, imaginan las experiencias familiares, las alegrías y los desafíos que se avecinan, y comienzan a conocer, amar y planificar desde el instante en que se enteran que están embarazadas, lo que puede afectar enormemente la importancia y el significado de esta pérdida. Tenga en cuenta que esta pérdida ahora será parte de la historia de vida de este paciente / pareja.

Sea consciente de los días importantes

Aniversarios de esta pérdida, fecha de transferencia, fecha prevista de parto, hitos de la edad que tendría este niño, fechas de nacimiento, Día de la Madre, Día del Padre y feriados, ya que cualquiera de estos puede ser desencadenantes emocionales para los pacientes y las parejas. Esto se puede notar en el momento de una cita o cuando se planea o anticipa un próximo embarazo.

Esté preparado para proporcionar y revisar la educación postparto después de una pérdida.

Aborde las posibles manifestaciones físicas de curación: supresión de la lactancia y cuidado de los senos, restricciones físicas, dieta, baño, cuidado vaginal o del perineo, y revise todas las inquietudes o consultas de cuándo podrían llamar o chequear sus cuidados.

Evaluar los cambios de humor postparto

Busque signos / síntomas de depresión / ansiedad postparto, ya que es muy común que las mujeres experimenten cambios hormonales profundos que pueden afectar su estado de ánimo y emociones después de un parto. Estudios han demostrado que los pacientes pueden experimentar síntomas de ansiedad / posparto un 10% durante un embarazo y un parto saludable y pueden tener un mayor riesgo después de una pérdida perinatal.

Evalúe las fuertes reacciones de duelo que podrían estar presentes y relacionadas con la experiencia de pérdida. Es muy normal tener reacciones de dolor muy fuerte después de una pérdida perinatal, que los pacientes pueden o no compartir con su médico.

Los pacientes o la pareja pueden sentir que sus emociones no están bien manejadas e informar que tienen dificultad para sobrellevar la situación, dormir, comer, no poder concentrarse en las actividades de la vida diaria, las responsabilidades laborales y / o el cuidado de otros niños. Si los pacientes no tienen preocupaciones emergentes inmediatas, entonces se recomienda referir a un consejero profesional especializado en la salud de la mujer y la pérdida perinatal.

También se recomienda referir a un psiquiatra especializado en la salud de la mujer y los trastornos del estado de ánimo perinatal / posparto, a las pacientes que usted considera que se beneficiarían de la evaluación y atención psiquiátrica. Conozca bien su lista de terapeutas y profesionales capacitados en el campo específico al que pueda referir a sus pacientes, según sea necesario.

Al reunirse con sus pacientes para prepararse para un embarazo posterior

Ofrezca una reunión previa a la concepción, explique el curso potencial de la atención prenatal y, si hay posibilidades de haber algún cambio o atenciones adicionales, no tenga miedo abordar y discutir la pérdida anterior, identifique miedos específicos pero no ofrezca falsas garantías, pregunte a cada paciente lo que es útil para ellos (y lo que no lo es), proporcione una lista de red de apoyo y refiera a proveedores de salud mental, según sea necesario. 

Todos estos son aspectos que hay que tener en cuenta cuando se atiende a pacientes que han experimentado una pérdida perinatal. Estos problemas pueden resurgir al comienzo de un nuevo ciclo de infertilidad, al considerar un embarazo posterior, en el momento de este y después del parto.