Sueño y fertilidad, la importancia de dormir bien

falta-de-sueño-e-infertilidad

En el mundo agitado de hoy puede ser difícil priorizar una buena noche de sueño. Todos los días hay un nuevo informe que insta a las personas a dormir entre siete y nueve horas para mantener la salud física y cognitiva. Si bien la falta de sueño puede no afectar todos los aspectos de nuestra vida diaria, las mujeres que buscan quedar embarazadas deben hacer todo lo posible para dormir bien por la noche. Las investigaciones han demostrado que además de estar relacionado con problemas cardiovasculares, obesidad, depresión y diabetes, la duración del sueño también puede afectar la fertilidad.

Tanto en hombres como en mujeres, la misma parte del cerebro que regula las hormonas del sueño y la vigilia (como la melatonina y el cortisol) también desencadena una liberación diaria de hormonas reproductivas. Específicamente, las hormonas que desencadenan la ovulación en las mujeres y el proceso de maduración de los espermatozoides en los hombres pueden estar vinculadas a los patrones de sueño y vigilia del cuerpo. Por ejemplo, si es mujer, la falta de sueño a largo plazo puede afectar directamente la liberación de la hormona luteinizante (LH), la hormona que desencadena la ovulación como parte de la regulación de su ciclo menstrual. La irregularidad menstrual resultante puede significar que le llevará más tiempo concebir.

Aunque los datos publicados sobre la correlación entre el sueño y la función reproductiva son mínimos, algunos estudios han respaldado una conexión. En la Reunión Anual de 2013 de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva, un equipo coreano presentó un estudio sobre 650 mujeres sometidas a tratamiento de Fecundación In Vitro (FIV). Las mujeres se dividieron en tres grupos: las que dormían menos de seis horas por noche (durmientes cortos), los que dormían entre siete y ocho horas por noche (durmientes moderados), y los que durmieron nueve o más horas por noche (durmientes largos). La tasa de éxito de la FIV más alta se observó en aquellos que tenían un sueño moderado. Las personas que duermen mucho tienen tasas de concebir significativamente más bajas y parece que las que duermen poco también pueden tenerlo. Los investigadores teorizaron que aquellos que dormían mucho o poco tiempo habían disminuido el éxito porque al dormir fuera de los parámetros normales, las mujeres estaban alterando el ritmo circadiano (oscilaciones de las variables biológicas del cuerpo) y potencialmente afectando la producción de hormonas.

Otro estudio realizado por un equipo de investigación en el Reino Unido, analizó la investigación reproductiva recopilada durante un período de cuarenta años para determinar si existía una correlación entre los problemas de fertilidad y las mujeres que trabajaban fuera del horario tradicional. Encontraron un vínculo directo , con tasas más altas de aborto espontáneo, problemas de fertilidad e irregularidades menstruales en mujeres que trabajaban fuera del horario habitual de 8:00 am a 6:00 pm.

Algunos expertos en fertilidad advierten que no se debe poner demasiado énfasis en estos estudios, particularmente porque quienes duermen poco o mucho tiempo pueden hacerlo como resultado de otros problemas de salud que también pueden tener un impacto en la salud reproductiva. Aún así, hay una serie de ventajas de dormir la cantidad adecuada y estar bien descansado, por lo que vale la pena buscarlo en cualquier circunstancia. El sueño se considera cada vez más como el tercer pilar de la buena salud, junto con la nutrición y el ejercicio. Cuidarse y hacer de su salud una prioridad es una de las formas más efectivas de mejorar su sensación general de bienestar, así como sus posibilidades de lograr un embarazo saludable.

A continuación, le compartimos algunas pautas para una buena noche de sueño:


  • Respete sus necesidades personales de sueño: aunque la cantidad óptima de sueño es de aproximadamente 8 horas en promedio, los requisitos varían de persona a persona y algo de una temporada a otra.

  • Preste atención a su postura. Acuéstese solo cuando duerma. Su cuerpo responde a las señales posturales. Al acostarse solo cuando duerme, su cuerpo asociará esa posición con el sueño y con el tiempo comenzará automáticamente el proceso cuando se vaya a la cama.

  • Salga al aire libre: Disfrute durante una hora o más de la luz del sol todos los días, incluso si tiene que dividirlo con una caminata de 10 minutos por la mañana, un almuerzo en el patio y un paseo rápido  con su perro a última hora de la tarde.

  • No trabaje en horas impares si puede evitarlo.

  • Mantenga constantes las horas de sueño y de vigilia: intente acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana.

  • Tranquilice su mente: antes de acostarse, evite pagar facturas, leer libros o ver películas con historias inquietantes y cualquier otra actividad que pueda hacer que su mente se acelere en lugar de relajarse y dormir tranquilamente. En su lugar, convierta en un hábito  los rituales nocturnos que le relajen como la reflexión y el masaje en pareja.

  • Ajuste su iluminación: Bajar los interruptores de atenuación y usar bombillas de bajo voltaje por la noche son útiles para alguien que tiene problemas para conciliar el sueño.

  • Mantenga un espacio entre los estimulantes y el sueño: consuma cafeína y alcohol con moderación cuando esta tratando de quedar embarazada y limite su consumo a más de cinco horas antes de acostarse.